La RGPD es una normativa europea que establece el control sobre la gestión de los datos personales de los ciudadanos de la UE.
El objetivo de la RGPD es proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos y, en particular, el derecho a la protección de datos. La RGPD se aplica a todos los estados miembros de la UE, incluido el Reino Unido.
La RGPD se aplica a todas las empresas y organismos públicos que realicen actividades en el territorio de la UE, incluidos los que no están establecidos en la UE.
La RGPD se aplica a todos los datos personales, incluidos los datos de contacto, los datos demográficos, los datos de salud, los datos financieros y los datos académicos.
La RGPD no se aplica a los datos anónimos o de carácter general. La RGPD establece una serie de requisitos para la recopilación, el almacenamiento, el procesamiento y el uso de datos personales. Estos requisitos se refieren a la transparencia, la seguridad, la protección de datos, la privacidad, la calidad de los datos y el acceso a los datos.
La RGPD también establece una serie de medidas para garantizar el cumplimiento de sus disposiciones. Estas medidas incluyen la creación de un registro de datos, la designación de un comisario de datos y la elaboración de un código de conducta.